sábado, 31 de mayo de 2014

A PROPÓSITO DE ESTIGMA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Por su interés insertamos artículo de Aurora Vega Soberón sobre el suceso de Palencia:


Sobre lo acontecido en Palencia
 6 de mayo de 2014. Sucesos
Una enferma mental mata a cuchilladas a una psicóloga en un centro de Palencia.
 Una vez más el sabor amargo de una noticia que jamás parece adquirir un enfoque diferente: Una interna agrede a una profesional de un centro psiquiátrico… Fatales consecuencias para ella, y mi pregunta es,  por qué.
 Queda claro el lugar, el tipo de centro, quién es la agresora, quién fue la agredida, con imagen incluida “tomada” de una red social, con qué arma, incluso algún tipo de prensa detalla dónde hiere…
 Desde el 2005 trabajo con personas que tienen enfermedad mental, en diferentes recursos, ambulatorios o residenciales, de carácter abierto o más restrictivo, y cada vez que un suceso se informa así, bajo mi punto de vista, con cierto sesgo, se hace más presente el estigma contra el que luchamos.
 Necesito expresar una opinión que me hierve por dentro. Me gustaría, si tenemos que volver a escuchar una noticia similar, que algún medio se hiciera eco de las condiciones que, en muchas ocasiones, pueden favorecer situaciones con un desencadenante similar; me gustaría que la noticia fuera de la mano de cuestiones que se vean obligadas de ser respondidas, como por ejemplo, si la infraestructura es la adecuada al tipo de colectivo atendido y a la cantidad, si el ratio de personal/usuario-paciente es el preciso, si la cantidad de recursos dedicados a este colectivo que posibilitan derivaciones adecuadas, según condición del individuo, son los que deben de ser, y si la repercusión de los recortes en el área socio-sanitaria está siendo mínimamente consideradas.
 Hay, al menos, una reseña en un medio de prensa digital que parte de la Organización Médica Colegial (OMC) y que solicita “medidas de prevención y protección necesarias a fin de que no vuelvan a producirse hechos de esta índole contra ningún profesional sanitario”… En mi opinión, un apunte contundentemente vago en proporción al asunto tratado. Otro medio afirma que “En este mismo centro psiquiátrico asistencial se produjo en 2006 otra agresión a dos facultativos por parte de un interno, aunque en este caso las heridas no revistieron gravedad…” ¿Cuáles fueron las preguntas entonces? Si hay unculpable directo ¿no hay más preguntas? Hay tantos planteamientos que ni siquiera se ponen sobre la mesa. Porque la noticia es “el asesinato de una profesional, a manos de una interna de un centro psiquiátrico”, y este es el morbo con el que la sociedad corre el riesgo de quedarse. Y la solución parece ser apuntar al culpable que se ve.
 
Sin eximir de responsabilidad al que agrede no olvidemos exigir al que no protege.
 
Para terminar, y aprovechando que hace poco se habló en unas jornadas de Fundación Manantial sobre la Reforma del Código Penal en relación a las personas con enfermedad mental, me gustaría hacer referencia a la manifestación que hay en contra de esta, ya que, esta forma que tienen los medios de facilitar los datos, son en los que se justifican las propuestas del anteproyecto de ley.
 Dejemos de servir en bandeja de plata los ingredientes que alimentan el estigma de personas que ya tiene su propio sufrimiento.
 Desde aquí, mis más sinceras condolencias a la familia de la víctima, por algo que posiblemente se podía haber evitado.
 
Áurea Vega Soberón
Terapeuta ocupacional del Centro de Rehabilitación Laboral de San Blas

 

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