Sobre lo acontecido en Palencia
6 de mayo de
2014. Sucesos
Una enferma mental
mata a cuchilladas a una psicóloga en un centro de Palencia.
Una vez más el sabor
amargo de una noticia que jamás parece adquirir un enfoque diferente: Una
interna agrede a una profesional de un centro psiquiátrico… Fatales
consecuencias para ella, y mi pregunta es, por qué.
Queda claro el lugar,
el tipo de centro, quién es la agresora, quién fue la agredida, con imagen
incluida “tomada” de una red social, con qué arma, incluso algún tipo de prensa
detalla dónde hiere…
Desde el 2005 trabajo
con personas que tienen enfermedad mental, en diferentes recursos, ambulatorios
o residenciales, de carácter abierto o más restrictivo, y cada vez que un
suceso se informa así, bajo mi punto de vista, con cierto sesgo, se hace más
presente el estigma contra el que luchamos.
Necesito expresar una
opinión que me hierve por dentro. Me gustaría, si tenemos que volver a escuchar
una noticia similar, que algún medio se hiciera eco de las condiciones que, en
muchas ocasiones, pueden favorecer situaciones con un desencadenante similar;
me gustaría que la noticia fuera de la mano de cuestiones que se vean obligadas
de ser respondidas, como por ejemplo, si la infraestructura es la adecuada al
tipo de colectivo atendido y a la cantidad, si el ratio de
personal/usuario-paciente es el preciso, si la cantidad de recursos dedicados a
este colectivo que posibilitan derivaciones adecuadas, según condición del
individuo, son los que deben de ser, y si la repercusión de los recortes en el
área socio-sanitaria está siendo mínimamente consideradas.
Hay, al menos, una
reseña en un medio de prensa digital que parte de la Organización Médica
Colegial (OMC) y que solicita “medidas de prevención y protección
necesarias a fin de que no vuelvan a producirse hechos de esta índole contra
ningún profesional sanitario”… En mi opinión, un apunte contundentemente
vago en proporción al asunto tratado. Otro medio afirma que “En este
mismo centro psiquiátrico asistencial se produjo en 2006 otra agresión a dos
facultativos por parte de un interno, aunque en este caso las heridas no
revistieron gravedad…” ¿Cuáles fueron las preguntas entonces? Si hay
unculpable directo ¿no hay más preguntas? Hay tantos planteamientos
que ni siquiera se ponen sobre la mesa. Porque la noticia es “el asesinato de
una profesional, a manos de una interna de un centro psiquiátrico”, y este es
el morbo con el que la sociedad corre el riesgo de quedarse. Y la solución
parece ser apuntar al culpable que se ve.
Sin eximir de
responsabilidad al que agrede no olvidemos exigir al que no protege.
Para terminar, y
aprovechando que hace poco se habló en unas jornadas de Fundación Manantial sobre la Reforma del
Código Penal en relación a las personas con enfermedad mental,
me gustaría hacer referencia a la manifestación que hay en contra de esta, ya
que, esta forma que tienen los medios de facilitar los datos, son en los que se
justifican las propuestas del anteproyecto de ley.
Dejemos de servir en
bandeja de plata los ingredientes que alimentan el estigma de personas que ya
tiene su propio sufrimiento.
Desde aquí, mis más
sinceras condolencias a la familia de la víctima, por algo que posiblemente se
podía haber evitado.
Áurea Vega Soberón
Terapeuta ocupacional
del Centro de Rehabilitación Laboral de San Blas